5.9.08


En la obra de Ricoeur, se presenta la metáfora como la unidad del discurso que se despliega significativamente en el lenguaje, como una codificación que hace que la obra sea siempre un género determinado (poema, narración, articulo etc.), lo cual otorga un estilo que hace de la obra una individualidad singular.En cierta forma, la obra no dice como son las cosas, sino como qué son, en otras palabras, que pueden ser. Es decir, la metáfora se vale de las ruinas del sentido literal y crea una nueva significación del objeto (o en este caso del concepto), presenta una construcción de sentido que revierte “la cotidianidad”, lo incoherente, y esa incoherencia es una falta de sentido y de referencia que la cotidianidad presenta. Al oponer una situación a otra, no se ambiciona entonces el valor de verdad, sino que al contrario se exige la observación de la verdad en relación con el sentido.De esta manera, la metáfora tiene como función llenar una laguna de denominación y adornar el lenguaje. Desde esta perspectiva, considero importante aclarar los siguientes puntos:1. La metáfora es un recurso de la frase, no de la palabra: procede de una semántica de la frase antes de implicar una semántica de la palabra. Es resultado de poner dos términos en tensión (“manto de dolor”, por ejemplo). La metáfora procede la tensión entre todos los términos que constituyen un enunciado metafórico.2. La metáfora procede del conflicto entre dos significaciones: La interpretación metafórica supone una interpretación literal que se destruye. Se trata de producir una “contradicción significante”, la tensión de la que antes hablábamos es una tensión, más que entre dos términos del enunciado, entre dos interpretaciones suscitadas por la metáfora. Esta transformación impone una torsión, que provoca una extensión de sentido, lo cual produce, a su vez, la creación de sentido de las palabras. Esta tensión, este conflicto entre el sentido literal y sentido metafórico debe mantenerse, sino ya no se está ante una metáfora viva, sino muerta (es decir, debe seguir sorprendiéndonos hablar de “manto de dolor”).


3. La metáfora permite captar semejanza: Lo que está en juego en el enunciado metafórico es captar un “parecido”, una semejanza, allí donde la visión ordinaria no percibe ninguna conveniencia mutua; es un error calculado, asimilar cosas que no van juntas. Decía Aristóteles, en este sentido, que “hacer buenas metáforas es percibir la semejanza”. El funcionamiento de la metáfora se acerca a lo que Ryle denomina “category-mistake”, aproximar lo que está distante. La metáfora es una creación instantánea, es una innovación semántica en el choque entre dos interpretaciones. El momento creador reside en la emergencia de una nueva pertinencia sobre las ruinas de la predicación impertinente. Aquí es importante la semejanza. No por la semejanza aparece la metáfora, sino porque se da la metáfora aparece la semejanza, la aproximación, lo cual se denomina “asimilación predicativa”.


4. La metáfora nos informa sobre la realidad. La metáfora no es un ornamento del discurso. La metáfora tiene mucho más que un valor emocional, es una información nueva, nos dice algo sobre la realidad.Resumiendo, los rasgos de la metáfora viva son: impertinencia literal, nueva pertinencia predicativa, torsión verbal. La innovación semántica está constituida por el segundo rasgo (nueva pertinencia predicativa), producida por el trabajo de la imaginación. La imaginación es quien lleva a cabo el momento de innovación semántica, siempre que no se entienda la imaginación como producción de imágenes en el sentido de residuo perceptivo, sino como el esbozo de nuevas síntesis.


5. El lenguaje utilizado en las metáforas debe ser poético: El lenguaje poético destruye la referencia espontánea del lenguaje ordinario, y en virtud de la distancia que toma con respecto a la realidad natural, abre nuevas dimensiones de la realidad. Se anula una referencia descriptiva en beneficio de una referencia metafórica “... el lenguaje poético tiene en común con el lenguaje científico el no alcanzar la realidad sino a través del rodeo de una cierta negación infligida a la visión ordinaria y al discurso ordinario que la describe. Al hacer esto... apuntan a un real más real que la apariencia... el sentido literal debe frustrarse para que el sentido metafórico emerja, de igual manera la referencia literal debe hundirse para que la función heurística cumpla su obra de redescripción de la realidad... La poesía no imita la realidad sino recreándola al nivel mítico (fabulador) del discurso”.


Teniendo en cuenta la concepción de Ricoeur sobre la metáfora, el objetivo de mi proyecto será plasmar el conflicto entre las significaciones que caracterizan un caos emocional. Desde esta perspectiva, las emociones se vuelven conscientes para quien las percibe, pero se experimentan sólo como un alto nivel de energía molesta que no se logra comprender ni expresar con palabras.


Para visualizar de una manera más concreta esta realidad, el contenido del discurso estará representado en una mezcla de colores indefinida que el protagonista arrojará con un pincel sobre un lienzo blanco, donde se exprese una especie de “guerra territorial” que represente la lucha interna de emociones que el protagonista plasma en su música (tanto lírica como melódicamente), de esta forma, la metáfora presentará los términos en tensión. Los sentimientos serán expresados de manera simbólica a través de tonalidades diferentes y el lienzo representará el territorio por el cual se lucha, su estabilidad emocional.

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